El
descubrimiento de que el almidón puede ser transformado en
sustancias edulcorantes data de principios del siglo pasado,
pero recién tuvo aplicación industrial alrededor de 1850.
En
Argentina, la molienda húmeda de cereales comenzó a operar
en 1928, a través de la empresa Refinerías de Maíz , hoy Ingredion, en su planta de Baradero.
Hacia
1942 se agregó la firma Molinos Juan Semino, productora de
almidón de trigo y en la década del '50 Glutal, produciendo
inicialmente almidones de trigo y luego de maíz. |
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Planta
Baradero |
En
1961 comenzó Arcor a producir glucosa en Arroyito (Córdoba)
y en 1968 Georgalos, en Río Segundo. Staley se instaló en
Chacabuco en 1971, transfiriendo la planta a Industrias de
Maíz cuatro años más tarde. Por la misma época Arcor instaló
una subsidiaria en Tucumán, Misky, elaboradora de almidones
y glucosa.
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La
última empresa que se instaló fue Glucovil, del grupo Cargill, en Villa Mercedes (San Luis), en 1984. En 1988
surgió Delmaíz, continuadora de Georgalos. |
Planta Villa Mercedes |
La producción
de jarabe de fructosa de primera generación (fructosa 42)
comenzó en 1977 y la elaboración de fructosa 55 se inició
en 1981. Los procesos fueron originalmente desarrollados en
EEUU y Japón; al poco tiempo de su invención, se realizó la
aplicación en el ámbito nacional, instalándose las fábricas.
Las
inversiones fueron muy importantes entre 1980 y 1985, poniéndose
en marcha toda la producción de fructosa de segunda generación
y con ampliaciones en otras líneas. En los años recientes
se han realizado
importantes inversiones que permitieron un fuerte incremento
de la capacidad instalada.
Argentina
cuenta con una línea de producción (como es la fructosa de
segunda generación) que sólo se halla desarrollada en muy
pocos países en el mundo. |